¿Usas tu Mente Sabia?

 

¿Conozco mi mente?

¿Mi mente está siempre en el mismo estado o cambia?

¿Cuántas mentes tengo?

Estas preguntas pueden resultar sorprendentes pero son algunas de las preguntas que debemos hacernos si queremos entender cómo funciona nuestra mente.

Un modelo útil para conocernos es el que propone la TDC (Terapia Dialéctico-Conductual), según el cual diferencia tres estados en nuestra mente: Mente Racional, Mente Emocional y Mente Sabia.

¿Qué es la Mente Racional?

La Mente Racional es la parte pensante de la mente, la parte lógica. Planea y evalúa las cosas de una forma fría y aparece con más facilidad cuando nos sentimos bien. No es ni buena ni mala, sino que se puede aplicar de forma eficaz o ineficaz. Por ejemplo la Mente Racional es negativa cuando se aplica de forma rígida, como en las obsesiones, en las que estamos continuamente pensando y dándole vueltas a algo. En cambio la Mente Racional es la encargada de resolver problemas tecnológicos y científicos. Una persona con una vida dominada por la Mente Racional es muy probable que no atienda sus emociones ni la de los demás pudiéndose encontrar con limitaciones afectivas en sus decisiones y relaciones.

¿Qué es la Mente Emocional?

La Mente Emocional es aquella que actúa cuando las emociones tienen el control, por lo que condicionan la forma como pensamos y actuamos. Necesitamos una cierta cantidad de Mente Emocional para conocer nuestras intuiciones, perseverar en nuestros objetivos o sobreponernos de fracasos. Esta mente también actúa cuando estamos enfermos, cansados, con exceso o déficit de sueño, hambrientos o con exceso de comida y si estamos bajo estrés. Es negativa cuando nos lleva a actuar de una forma que es positiva a corto plazo pero negativa a largo plazo o si la experiencia en sí misma es dolorosa como en la ansiedad, ira o depresión. Una persona con una vida dominada en exceso por la Mente Emocional seguramente vivirá con una intensa sensación de caos y descontrol sintiéndose arrastrada por los impulsos.

¿Y la Mente Sabia?

La Mente Sabia es la integración de la Mente Racional y la Mente Emocional. Se desarrolla con el tiempo y con su uso. Todo el mundo tiene Mente Sabia, pero nadie está todo el rato en la Mente Sabia. Su función es la de equilibrar la Mente Racional y la Mente Emocional aportándonos un sentimiento profundo de coherencia. Cuando aprendemos de una experiencia compleja, cuando tomamos decisiones que a corto plazo no nos satisfacen pero a medio plazo nos benefician, cuando somos capaces de predecir con exactitud nuestras reacciones en situaciones difíciles o cuando somos capaces de aconsejarnos a nosotros mismos de forma inteligente ponemos en marcha la Mente Sabia.

En conclusión

Podemos observar nuestra mente y pensar sobre ella. El diálogo entre nuestra parte fría-conceptual-racional y nuestra parte temperamental-intuitiva-emocional nos permite desarrollar la habilidad de entendernos a nivel profundo. Saber más sobre nosotros mismos, nuestros estados mentales y cómo se relacionan entre ellos nos ayuda ganar equilibrio, profundidad e integrar nuestras experiencias vitales significativas.

Fuente: Marsha Linehan. (2003). Manual de Tratamientos de los Trastornos de Personalidad Límites. Ed. Paidós